Marmaris desvela su belleza a la gente antes incluso de que entren en la ciudad. Porque la carretera a Marmaris desciende suavemente desde las montañas, y los viajeros ven la ciudad, la bahía y las montañas en todo su esplendor.

La parte más atractiva de esta ciudad llena de turistas es la zona del puerto deportivo y el paseo marítimo, donde tiendas y restaurantes se alinean en las calles. Más allá de sus murallas se encuentra el casco antiguo de Marmaris, compuesto por casitas de dos plantas construidas al estilo griego y los muros del castillo del sultán Suleyman, construido durante el Imperio Otomano, cuando el ejército del sultán asaltó la isla de Rodas. Ahora es un museo local.

En los tiempos antiguos Marmaris se denominaba Fiskos. Esta ciudad se fundó durante el apogeo de la ruta comercial entre Anatolia, Rodas y Egipto. La ciudad tiene muchísimo distintas ruinas de la antigüedad y también tiene una pequeña acrópolis en una colina.